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Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son infecciones que se contagian generalmente de una persona a otra, en la mayoría de los casos a través del contacto sexual vaginal, anal u oral, con o sin protección (en mayor medida). La incidencia de ITS cada vez es más alta, encontrando entre las más frecuentes la clamidia, gonorrea, sífilis y VIH que representan el mayor porcentaje de los casos. Estas pueden cursar de forma asintomática y, de no ser tratadas, pueden desarrollar complicaciones graves a largo plazo. Algunas de las más comunes son: infertilidad, trastornos inmunitarios e infecciones graves, alteraciones cardiovasculares, problemas neurológicos, incremento del riesgo de contraer VIH u otras ITS, complicaciones del embarazo (muerte del feto o del recién nacido, parto prematuro, embarazo ectópico, bajo peso en el nacimiento, transmisión materno-fetal, neumonía…), enfermedad inflamatoria pélvica (en mujeres).

Por este motivo, llevar a cabo un chequeo regular de las ITS más frecuentes resulta clave para detectar a tiempo una posible infección y aplicar el tratamiento adecuado, así como para prevenir nuevos contagios.

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son infecciones que se contagian generalmente de una persona a otra, en la mayoría de los casos a través del contacto sexual vaginal, anal u oral, con o sin protección (en mayor medida). Estas pueden cursar de forma asintomática y, de no ser tratadas, pueden desarrollar complicaciones graves a largo plazo. Algunas de las más comunes son: infertilidad, trastornos inmunitarios e infecciones graves, alteraciones cardiovasculares, problemas neurológicos, incremento del riesgo de contraer VIH u otras ITS, complicaciones del embarazo (muerte del feto o del recién nacido, parto prematuro, embarazo ectópico, bajo peso en el nacimiento, transmisión materno-fetal, neumonía…), enfermedad inflamatoria pélvica (en mujeres).

Por este motivo, la realización de un chequeo regular completo de ITS resulta clave para detectar a tiempo una posible infección y aplicar el tratamiento adecuado, así como para prevenir nuevos contagios.

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son infecciones que se contagian generalmente de una persona a otra, en la mayoría de los casos a través del contacto sexual vaginal, anal u oral, con o sin protección (en mayor medida). La incidencia de ITS cada vez es más alta, encontrando entre las más frecuentes la clamidia, gonorrea, sífilis y VIH que representan el mayor porcentaje de los casos. Estas pueden cursar de forma asintomática y, de no ser tratadas, pueden desarrollar complicaciones graves a largo plazo. Algunas de las más comunes son: infertilidad, trastornos inmunitarios e infecciones graves, alteraciones cardiovasculares, problemas neurológicos, incremento del riesgo de contraer VIH u otras ITS, complicaciones del embarazo (muerte del feto o del recién nacido, parto prematuro, embarazo ectópico, bajo peso en el nacimiento, transmisión materno-fetal, neumonía…), enfermedad inflamatoria pélvica (en mujeres).

Por este motivo, la realización de un estudio para la detección temprana de las ITS más frecuentes resulta fundamental para aplicar el tratamiento adecuado y evitar estas complicaciones, así como para prevenir nuevos contagios.

La clamidia y gonorrea son dos de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes, especialmente en población joven, aunque las pueden contraer cualquier persona que mantenga relaciones sexuales vaginales, anales u orales con o sin protección (en mayor medida). Estas pueden cursar de forma asintomática y, de no ser tratadas, pueden desarrollar complicaciones graves a largo plazo, destacando el impacto en la salud sexual y reproductiva (infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica, complicaciones del embarazo, transmisión materno-fetal…), aumento del riesgo de contagio por VIH, entre otras.

Por este motivo, llevar a cabo un chequeo regular de ITS resulta clave para detectar de forma precoz una posible infección y aplicar el tratamiento adecuado, así como para prevenir nuevos contágios.